miércoles, 12 de octubre de 2016

Recomendaciones para Fomentar en los Niños la Seguridad Personal y el Autocuidado

Podemos considerar este aspecto como uno de los más importantes a fomentar en nuestros hijos, es decir, el lograr que puedan cuidar de sí mismos. Por ello, lo primero que debemos saber es que cuando los niños están pequeños aún no saben valorar cuando están ante un peligro o no, y su naturaleza los lleva a ser expertos exploradores del entorno. En tal sentido, se debe evitar dejarlos solos, sin supervisión o exponerlos por descuido a situaciones peligrosas, pero siempre, sin infundir el miedo ni llegar al punto de la sobreprotección, pues la idea, es que ellos, a medida que crecen vayan adquiriendo las herramientas que les permitan cuidarse solos, ser responsables y seguros al momento de tomar decisiones. Atendiendo a esto, es necesario promover diversos aprendizajes desde el hogar y la escuela, tales como;  

Que los niños tengan conocimientos de sus datos de identificación personal, familiar y escolar. Como por ejemplo; que sepan decir sus nombres y apellidos, edad, nombre de sus familiares inmediatos y cuidadores, dirección y teléfonos, datos escolares como el nombre de la institución y las maestras, nivel que cursa, entre otros.

Se debe informar al centro escolar sobre las personas que pueden recoger a sus hijos, así como hacerles saber también a sus hijos las diferentes personas que las pueden ir a buscar para que no acepten irse con cualquier extraños.

Los niños también deben tener conocimiento de su comunidad, saber dónde están los servicios de salud y seguridad como hospitales, ambulatorios, bomberos, policías, así como cualquier otra institución a la que puedan recurrir en  situaciones de emergencia.

Prepararlos para utilizar el teléfono y hacer llamadas, esto les permite comunicarse no solo en casos de emergencia, sino que les da la oportunidad de  mantenerse en contacto con sus seres queridos.

Se deben promover espacios de comunicación que le permita a los niños aprender a comunicar situaciones de riesgo y buscar ayuda, es decir, que los niños puedan saber a dónde acudir, como informar y solicitar el apoyo de los padres, cuidadores, docentes y demás personas.

Explicarles la importancia de ir al médico, cuidar su cuerpo, promover la salud, saber qué hacer cuando se sienten mal, como proteger sus heridas en caso de accidentes, etc.

Ser explícitos y establecer normas de seguridad en el hogar y otros contextos; aquí es importante que los padres puedan brindarle a los niños entonos seguros, es decir, mantenerlos alejados de aquello que les pueda ocasionar accidentes (cuchillos filosos, fuego, electricidad, venenos, medicamentos, animales agresivos, vidrios rotos, entre otros.) Pero también, es necesario que se les explique el por qué representan un peligro, procurando que se mantengan al margen de estos elementos o que puedan ser precavidos cuando tengan contacto con ellos. Por tal razón, será vital enseñarlos a interpretar y respetar los signos gráficos de peligrosidad, las etiquetas y señalizaciones. Así como explicarles que deben hacer ante un incendio, una inundación, entre otros, y a quién deben de acudir.

Asimismo, hay que ser muy claros en las normas de seguridad al momento de cruzar la calle (tomar la mano del adulto, detenerse en la acera, cerciorarse de que no vienen vehículos, recocer los cambios de luz del semáforo, etc.). Normas de seguridad al subir a los vehículos (uso de cascos y protectores, colocarse el cinturón de seguridad, no sacar las manos ni la cabeza por la ventana, sentarse en los puestos de atrás, etc.).  Así como las normas de seguridad al estar en lugares abiertos como; cines, playas, ferias, parques, centros comerciales, entre otros, explicándoles que deben permanecer al lado o cerca de los adultos, respetar las normas de seguridad propias de cada lugar, y en general todo aquello que les permita mantenerse al margen del peligro.

Hay que enseñarlos a cuidarse de los extraños, explicándoles que no deben alejarse de los cuidadores para atender a los llamados de personas desconocidas, no deben aceptar regalos, dinero, dulces, ni abrir las puertas del hogar, así como no dar información por teléfono. También se les debe instruir para que puedan avisar cuando vean personas extrañas llamando su atención o rondando su casa.

De igual manera, es vital establecer las normas de seguridad al salir de casa (apagar las luces, no dejar los grifos abiertos, cerrar las puertas con llave, avisar sobre artefactos eléctricos prendidos, cocinas encendidas, etc.). Es decir que los niños puedan ser partícipes del cuidado y resguardo de su hogar.

Promover en los niños el desarrollo motor y autocontrol que les permita evitar accidentes en su entorno, enseñandoles que hay momentos para correr y otros para caminar, ayudarlos a identificar cuando deben frenar, superar  o apartar obstáculos. Estas habilidades de control inhibitorio se van desarrollando progresivamente en los niños, por ello, cuando están pequeños suelen verse como descuidados, torpes e impulsivos, sin embargo, son aspectos que irán superando a medida que crecen siempre que cuenten con el apoyo de sus padres. En este sentido, es importante que el adulto diferencie entre el desafío intencional y las conductas accidentales. Ejemplo: romper, quebrar, tropezarse, derramar cosas no son desafíos y deberán manejarse con estrategias que los apoyen a no volver a cometer los mismo errores, por lo tanto, no deben ser penalizados de la misma forma que las conductas intencionales.

Los niños son especialmente vulnerables a los mensajes transmitidos por la televisión y otros medios digitales como los teléfonos, tabletas y computadoras, estos mensajes influyen en sus percepciones y conductas especialmente porque aún no tienen bien desarrollada su capacidad crítica, y esto los lleva a imitar gran parte de lo que ven. Por lo tanto, los padres están en el deber de supervisar el contenido de los programas y juegos a los que tienen acceso sus hijos, así como de administrar el tiempo que le dedican a estos. Por lo tanto, es recomendable  orientarlos constantemente, dialogar e intercambiar opiniones que le permitan  a los niños ir formándose cierto criterio al momento de elegir qué ver en la tele y evitar en lo posible que imiten conductas inapropiadas para su edad que puedan poner en riesgo su integridad física.

Y por último, pero no por eso menos importante, se debe fomentar la seguridad sexual y el respecto del cuerpo, expilándoles a los niños que nadie debe tocarles de ninguna manera que les haga sentir incómodos. Y si alguien lo hace, deben decírselo a sus padres inmediatamente. Enseñarles que hay conductas que son naturales como por ejemplo; tocar su cuerpo o desnudarse, pero deben canalizarse en lugares y momentos adecuados. La educación sexual es vital desde edades tempranas y debe ser impartida desde el hogar y la escuela respetando el desarrollo evolutivo de los niños.

Y recuerda... Siempre de la mano con la familia por una infancia feliz...